En México sólo el cuatro por ciento de las pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) corresponde a viudos, ya que por desconocimiento o inclusive por rechazo del propio instituto, los hombres no suelen obtener el beneficio pese a que tienen derecho a poseerlo.
Actualmente, la Ley del Seguro Social señala que “la misma pensión le corresponderá al viudo o concubinario que dependiera económicamente de la trabajadora”.
Sin embargo, a través de una iniciativa con proyecto de decreto se pretende modificar el párrafo segundo del Artículo 130 de la Ley del Seguro Social con el propósito de que los hombres viudos o concubinarios puedan tener derecho a pensión, luego del fallecimiento de la asegurada o pensionada.
El diputado federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Felipe Reyes Álvarez, dijo que es necesario modificar esa ley para establecer que “la misma pensión le corresponderá al viudo o concubinario de la trabajadora asegurada o pensionada por invalidez”.
Asimismo en la Ley del Seguro Social se establece que “la seguridad social tiene por finalidad garantizar el derecho a la salud, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo, así como el otorgamiento de una pensión que, en su caso y previo cumplimiento de los requisitos legales, será garantizada por el Estado”.
Sin embargo en este momento en México sólo el cuatro por ciento de las pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) corresponde a viudos, ya que por desconocimiento o inclusive por rechazo del propio instituto, los hombres no suelen obtener el beneficio pese a que tienen derecho a poseerlo.
Reyes Álvarez, justificó que las pensiones son principalmente para proteger y asegurar los ingresos de los trabajadores y sus dependientes ante alguna emergencia.
El perredista, argumentó también que la pensión es un derecho que el trabajador o trabajadora adquiere mediante las aportaciones que hace por sus años de trabajo, además es una prestación social que tiende a proteger la subsistencia económica de la familia cuando el trabajador fallece.